Dora Dolz

(Barcelona 1941 – Rotterdam 2008) 

Pintora, escultora y ceramista. Llega a Holanda en 1965 donde estudia entre 1967 y 1971 en la Academia de Bellas Artes de Rotterdam (ahora Academia Willem de Kooning) acabando con la especialidad de arte monumental, algo que se hace evidente al conocer su obra. Trabajó intensamente la naturaleza muerta a partir de 1972 utilizando motivos muy personales tales como el abanico, el jarrón, el racimo de uvas, la montaña, la ola, la nube, la cortina, las escaleras, el frutero, la caracola, la mariposa o la “chaise-longue”. Estos motivos desarrollados en la pintura se reflejaron más tarde en su obra tridimensional. Inició su trabajo en cerámica en el año 1978 utilizando como temática destacada el mueble y fue la cerámica catalana vidriada de colores vivos un referente importante en su trabajo. El universo creativo de Dora Dolz juega con el contraste entre el color mediterráneo y el grisáceo ambiente de Holanda lo cual da a su obra una gran fuerza expresiva. Dora Dolz fue una artista muy completa, dominaba la pintura, la cerámica y la escultura de forma magistral, actualmente se reconoce la importancia de su aportación en el panorama de la cerámica internacional. También sus trabajos en cristal merecen una mención aparte; bajo títulos como “Coronas” o “Espejos” se muestra un dominio total de las técnicas y la expresión plástica del lenguaje del vidrio contemporáneo y actual. A pesar de la gran versatilidad y el afán de experimentación que se expresa en los materiales y técnicas utilizadas, Dora se mantuvo fiel a la pintura, a la que consideraba la fuente de su creatividad. «No puedo respirar sin pintar.» “Pintar es ordenar: cuando hago un cuadro, intento organizar y dar forma a las emociones. A eso se reduce la vida.” Entre el 1980 y el 2000 fue profesora de pintura en la Academia Gerrit Rietveld, Ámsterdam y la Academia Willem de Kooning, Rotterdam. Realiza exposiciones en toda la geografía holandesa y recibe importantes premios como el Victorine Hefting en 1988, el Premio del Salón de la Haya por dos veces en 1981 y 1984, el Judith Leijster en 1993 y, finalmente, el Jeanne Oosting en 2006. En el Museo Boijmans Van Beuningen se presentó́ una exposición retrospectiva en 2008.