Javier Inés

(Zaragoza 1956- Barcelona 1991)

Fotógrafo. Huérfano de padres desconocidos, se crió en el orfanato Pignatelli de Zaragoza. Siendo adolescente unos amigos le regalaron su primera cámara, una sencilla Werlisa Color, con la que se aficionó a la fotografía para retratar el mundo que le rodeaba. Acudió como alumno durante cuatro años a los cursos del taller de fotografía impartidos en la Galería Spectrum Canon de Zaragoza, donde en 1981 hizo su primera exposición con veinticinco años.
En 1985 se trasladó́ a vivir a Barcelona, atraído por la vida nocturna y el mundo del espectáculo barcelonés. Combinó su profesión de fotógrafo con la de camarero nocturno en los locales de moda, como KGB o Distrito Distinto, ingresos que le ayudaron a ampliar su equipo fotográfico. Instaló un estudio de retrato en su casa y empezó a realizar encargos para agencias de publicidad. Publicó en las principales revistas del momento como Vivir en Barcelona, La Vanguardia Mujer, Primera Línea, Ajoblanco, etc.
Además de su trabajo profesional por encargo retratando a los triunfadores del mundo de las finanzas, la televisión, el arte, la moda y el espectáculo, Inés fotografió con asiduidad el mundo underground y la noche barcelonesa, explorando las zonas prohibidas de la ciudad. Sus modelos eran aquellos personajes incómodos, los invisibles para una ciudad de triunfadores a las puertas de las Olimpiadas. Inés los retrataba con humor y empatía para resaltar la autenticidad de sus vidas que les hacía diferentes y atractivos tanto humana como fotográficamente: prostitutas, transformistas, transexuales, vedettes y cualquier ciudadano que se cruzara por la calle y le sedujera visualmente. Inés se preguntaba por los entresijos de sus vidas, sus razones y pasiones, conversaba con ellos y les convencía para posar en su estudio a cambio de lo que le pidieran, a veces un bocadillo. El archivo de Javier Inés tiene esa dualidad entre la Barcelona más “moderna” y triunfadora, preludio de las Olimpiadas y el submundo en el que se movían también otros artistas que como él buscaron la fuerza de la vida al límite. “Creo que mis personajes son felices. Creo que aceptan su destino. Y yo intento que sus rostros tengan humor y gracia. No me conformo con hacer simplemente una fotografía, un retrato. Quiero ir más allá, hacer aparecer un misterio, algo de magia” 

Extracto del dosier sobre el fotógrafo de Laura Terré