Desde hace algunos años, he estado vinculado a proyectos de site‐specific Art y trabajando con la identidad del lugar.
Mis intereses estéticos han estado relacionados con los lugares, los espacios, las localizaciones y las comunidades donde he sido invitado a trabajar, con lo que inevitablemente muchos de estos proyectos han ido tomando una orientación paulatinamente más social.
Cada una de estas instalaciones y propuestas site specific fueron diseñadas para proveer un comentario ético y estético sobre temas como los Derechos Humanos, la ecología, el diálogo cultural o la crítica democrática.
En muchos casos, he confrontado como artista conflictos sociales colectivos (como por ejemplo en Camerún, Serbia, Venezuela, China, Texas, España, etc.) siendo consciente de que mi práctica artística y sus humildes métodos no tienen capacidad real para resolver ningún conflicto, he concebido esos proyectos, acciones e instalaciones como herramientas artísticas capaces de imaginar vías para relacionarse con el sufrimiento, el stress, el olvido y/o la resolución de conflictos.
Algunos de mis proyectos surgen como acciones creativas (finalmente, no más que propuestas imaginativas) que abordan situaciones reales actuales que requieren reflexión urgente, resolución, y esperemos, transformación.