Su trabajo incluye instalación, escultura, video y dibujo. Las relaciones materiales y psicológicas en la interacción de los objetos, el espacio y el lenguaje están en el centro de su práctica artística. Muchas de sus obras incorporan detritus encontrados desechados en las calles de Londres, o adquiridos en tiendas de excedentes del ejército, médicas y de segunda mano. Se le concedió una residencia en la Fondation Cartier de París en 1993 y un Premio Paul Hamlyn para Artistas Visuales en 1996.
«Mi forma de pensar es muy brasileña, la forma en que recojo objetos también viene de allí. Es algo relacionado con la infancia y también con la psique brasileña. Nuestro modo de pensar no es tan lineal como en Europa donde en arte tienes una formación en historia del arte, eso no lo tenemos en Brasil. Creo que la manera en como desarrollamos nuestro sentido visual es diferente del modelo europeo, hacemos todo de una forma muy empírica, incluso el arte.”