Artista indisciplinado y, a ratos, cineasta y escritor. Sus esculturas ensamblan objetos que encuentra. Aunque formalmente su obra muestra un agudo sentido del humor, es profundamente dramática. Pazos constata el fracaso de la modernidad y cuestiona cualquier sistema de representación: la imagen ya no puede evocar ninguna realidad y el yo responde a una ficción. Explora la propia identidad y combina la poética del objeto con la ironía.