Se formó en la Escola Massana de Barcelona y en la École nationale supérieure des Beaux-arts de París, ciudad donde vive y trabaja desde 1962. En los años sesenta entró en contacto con los críticos Lawrence Alloway y Pierre Restany, y con los grupos de vanguardia Independent Group, en Inglaterra, y Noveaux Réalistes en Francia, que recuperaban técnicas de representación y posiciones estéticas y éticas cercanas al dadaísmo berlinés. Colaboró en los «ceremoniales» organizados en 1969 y 1970 por el grupo de artistas catalanes instalados en París, Miralda, Benet Rossell y Jaume Xifra. Aunque inicialmente practicó el collage, pronto incorporó el fotomontaje y el ensamblaje de imágenes y objetos en instalaciones y series fotográficas. Rabascall ha centrado su obra en la crítica a la imagen mediatizada y al modelo de vida impuesto por los medios de comunicación. Utilizando iconografía y textos propios de los medios de masas, pone en evidencia la manipulación implícita que ejercen. Uno de los elementos recurrentes en su obra es la televisión, que aborda desde múltiples perspectivas: como icono, objeto, souvenir, escultura, instrumento de comunicación y fetiche. A menudo ha organizado su trabajo en series o conjuntos de obras en torno a una misma temática. En los años ochenta comenzó una reflexión conceptual sobre la pintura y, más adelante, sobre el concepto de paisaje y su papel en el nuevo paradigma ecológico. En conjunto, la obra de Rabascall constituye una mirada crítica sobre las mitologías cotidianas del presente.